Tejedor de mundos

Sentado en el suelo de madera de la casa de su nieto en la aldea, el chamán del pueblo apurinã, Camilo Matoma, inhala rapé (awiri) con su «mixikano» de halcón arpía (Harpia harpyja). El rapé es una mezcla de hojas de tabaco (cultivadas en los campos) y ceniza de la corteza de una especie de árbol (akutãta) que habita en los bosques de tierra firme de la región del río Purús Medio. Utilizado en rituales por los chamanes junto con las hojas de coca cultivada (Erythroxylum sp.), el consumo diario de rapé se convirtió en una práctica común entre los jóvenes en el contexto de la lucha por la demarcación de las Tierras Indígenas en la década de 1990. Esta alianza ancestral entre el pueblo y el tabaco (los espíritus) es una vía de doble sentido. Por un lado, es un interesante proceso de domesticación de la planta; por otro, es una relación que desencadena la «cosmopolítica» de los Apurinã con los seres de la selva.

País de origen
Brasil

Etnia
Apurinã

Categoría
Fotografía documental

Premio
Seleccionada

id095 Mario Rique Fernandes

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id099 Nicholas HollmannSobre las copas de los árboles
id033cDonde la Amazonía se encuentra con el sol