Los esfuerzos nacionales y regionales de los países miembros de la OTCA para mejorar el estado de los recursos hídricos y ecosistemas amazónicos y proporcionar una mayor protección de los recursos acuáticos y hábitats terrestres incluyen la integración de los sistemas nacionales de monitoreo ambiental. Este proceso, que se inició en 2019 con la creación de la Red de Calidad del Agua y la Red Hidrológica Amazónica en el marco del Proyecto Amazonas, ha cobrado un nuevo impulso con el Proyecto Cuenca Amazónica a través del inicio de la conceptualización, fundamentación e implementación del Sistema Integrado de Monitoreo de Recursos Hídricos para la región.
Con la integración de los datos de los sistemas nacionales de información sobre la calidad del agua, las precipitaciones y los niveles y caudales de los ríos, la gobernanza participativa e innovadora de la Cuenca Amazónica está recibiendo un apoyo fundamental. 600 millones de hectáreas quedarán cubiertas por el Sistema Integrado de Monitoreo de los Recursos Hídricos, lo que reforzará la capacidad de la región para resistir los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar, mejorando la resiliencia de las comunidades y los ecosistemas y, a su vez, la seguridad hídrica y alimentaria de la población amazónica.
El profesor Naziano Filizola, del Departamento de Geociencias (Grado y Posgrado) de la Universidad Federal de Amazonas (UFAM) y del Programa de Posgrado en Clima y Medio Ambiente del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía y de la Universidad del Estado de Amazonas (CLIAMB/INPA-UEA), es el experto responsable del desarrollo del Sistema Integrado de Monitoreo de los Recursos Hídricos y de la creación de la Plataforma Regional Integrada de Información sobre la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) en la Cuenca Amazónica. Esta plataforma pondrá a disposición los datos del sistema conectándose al Observatorio Regional de la Amazonia – ORA, el Centro de Referencia de Información de la Amazonia de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). En esta entrevista, Filizola habla sobre su metodología de trabajo, los desafíos de la armonización de protocolos, la importancia de la cooperación regional y la participación social, entre otros temas.
Profesor, usted finalizó recientemente su Plan de Trabajo para la consolidación de la Plataforma Regional Integrada de Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH) en la Cuenca Amazónica. Considerando que los ocho países amazónicos tienen diferentes normas y procedimientos para la gestión y monitoreo de sus aguas, ¿cree usted que alinear estos protocolos para generar indicadores regionales con el rigor necesario, tanto técnico como científico, será el principal desafío en la consolidación de la Plataforma?
La armonización de los protocolos nacionales es sin duda uno de los principales desafíos en este proceso de integración de los sistemas de monitoreo, ya que cada país define su política de gestión de los recursos hídricos en función de su contexto socioeconómico interno y de la distribución de su población. Por ello, es común que el monitoreo nacional del agua priorice las cuencas hidrográficas con mayor densidad de población y donde existe una mayor concentración de industrias relevantes para la economía nacional, lo que a menudo no favorece a la cuenca del Amazonas. También existen diferencias entre países en cuanto, por ejemplo, al nivel de calidad de la información obtenida por los sistemas de monitoreo o al tipo de procesamiento de los datos, y esto se debe básicamente a las diferentes tecnologías instaladas.
El alineamiento tecnológico y metodológico de los sistemas nacionales de monitoreo, que obviamente exigirá la movilización de recursos financieros para adaptar los sistemas existentes, es estratégico para el fortalecimiento del monitoreo regional hidrológico y de la calidad del agua en la Cuenca Amazónica. Al comprometerse con la definición de protocolos comunes, los países buscan crear un escenario único para la Cuenca Amazónica, de modo que la realidad de la región pueda ser vista en su totalidad y no parcialmente, como ocurre hoy en día.
En este sentido, la OTCA está desempeñando un papel central, que es el de apoyar a los países para que la armonización de los protocolos se logre en el menor tiempo posible, buscando la colaboración, incluyendo el acceso a recursos financieros, técnicos y humanos. Las instituciones nacionales que operan el sistema de monitoreo de la cantidad y calidad del agua también han sido actores importantes en el proceso, ya iniciado, de construcción de un conjunto de normas que organizarán el monitoreo de las aguas superficiales en la Amazonía a través de la Red Hidrológica Amazónica (RHA) y de la Red de Calidad del Agua (RCA).
¿Qué parámetros deben utilizarse para alinear las distintas normas y procedimientos?
Partimos del principio de que los protocolos comunes deben ser viables para todos los países, es decir, deben alcanzar un nivel que les permita adaptarse de la mejor manera y lo antes posible. Por ello, la incorporación de estos protocolos debe ir precedida de una radiografía de la realidad y de una evaluación de la capacidad de adaptación de cada país, del tiempo necesario para establecer plenamente cada protocolo en los territorios nacionales, de la necesidad de formación técnica de los equipos y de los aspectos socioculturales que puedan representar un factor limitante en el proceso.
De acuerdo con este principio, la realidad de cada país fue el punto de partida para la construcción de las primeras propuestas de protocolos presentadas para la organización de la Red Hidrológica de la Amazonia (RHA) y de la Red de Calidad del Agua (RCA), que integrarán el Sistema Integrado de Monitoreo de los Recursos Hídricos. Todos los protocolos que se establezcan para cada una de las redes que compondrán el sistema se basarán en una fotografíade lo que existe en la región a nivel nacional y deberán tener un nivel de ejecución común.
De nada sirve tomar como referencia realidades muy desarrolladas para el seguimiento de los recursos hídricos de la región si no todos los países podrán alcanzarlas. Su compromiso es con la creación ágil de mecanismos de interacción e integración para que la gestión regional pueda realizarse en el menor tiempo posible, y no con la construcción de obstáculos. Sin embargo, esto no significa que los países que se encuentran en un nivel más desarrollado en ciertos aspectos no puedan continuar con lo que están haciendo, sino sólo que deben, solidariamente, seguir los mismos protocolos que los demás para compartir los datos de las estaciones indicadas para componer la RCAy la RHA.
¿Qué papel juega la cooperación regional en este proceso?
Al tratarse de un proceso desafiante para todos los países de la OTCA, la cooperación entre ellos es fundamental, especialmente en lo que se refiere a la circulación de la información de forma rápida, eficaz y transparente, para promover el conocimiento conjunto e inmediato de la realidad regional. El intercambio de experiencias en la recogida, tratamiento, distribución y difusión de la información, así como en el uso de herramientas y metodologías, es de suma importancia, especialmente en el proceso de adaptación de los sistemas a protocolos comunes.
Por ello, el diálogo será fundamental para la armonización de normas y procedimientos entre países. Por eso estamos planeando varios cursos de capacitación con herramientas que faciliten la comunicación, el diálogo y la construcción de buenas relaciones profesionales entre los equipos de monitoreo.
Este caminar conjunto será sin duda una experiencia enriquecedora de la que se beneficiarán los profesionales y las propias instituciones a escala nacional y regional, que ganarán protagonismo en la escena nacional como operadores de sistemas de información de calidad.
¿Qué metodología se utilizará para consolidar el Sistema Integrado de Monitoreo de Recursos Hídricos y la posterior implementación de la Plataforma Regional Integrada de Información GIRH en la Cuenca Amazónica?
El trabajo se organizará en unidades de procesos organizativos interrelacionados, como el destinado a la validación y registro de laboratorios de análisis de agua, según criterios establecidos en protocolos, y la creación de salas de situación para que los países puedan analizar sus datos con el mismo estándar de calidad y definición.
Cada proceso tendrá ciclos de gestión sucesivos, de modo que cada una de sus etapas esté cartografiada y genere indicadores de referencia para la etapa siguiente. El establecimiento de un escenario al final de los ciclos garantizará, además de los indicadores de gestión, una curva ascendente de mejoras en todas las etapas de los procesos. Al producir un círculo virtuoso de gestión, esta metodología permitirá a los ocho países dar saltos de calidad en cada final del ciclo, creando las condiciones necesarias para que la gestión integrada de los recursos hídricos se realice en el menor tiempo posible.
¿Cómo piensa organizar la participación de la sociedad civil en el proceso de consolidación de la Plataforma y con qué fin?
La visión de las realidades nacionales y regionales sólo puede construirse escuchando a la sociedad. No podemos confiar únicamente en la información proporcionada por la inteligencia artificial, los satélites y los sistemas automatizados; la tecnología no sustituye la necesaria participación de las personas en este proceso de construcción de la gestión integrada de la Cuenca Amazónica.
La experiencia demuestra que diversas iniciativas sociales puntuales, como la célebre Iniciativa MAP, un movimiento transfronterizo en el suroeste de la Amazonia que reunió a la sociedad civil, las ONG, el mundo académico y las autoridades en favor del desarrollo sostenible de la región, son capaces de hacer radiografías precisas de los problemas locales y presentar soluciones viables para la Amazonia que respeten la dignidad de sus ciudadanos. Son iniciativas que bien podrían replicarse en diferentes regiones de la cuenca donde existan problemas similares.
Por eso, a lo largo de cada uno de los procesos de construcción de la gestión regional de la Cuenca Amazónica, organizaremos seminarios para compartir información técnica y científica y conocer la opinión de los usuarios de los datos de monitoreo, seguros de que la escucha periódica de la sociedad civil promoverá la mejora continua de la Plataforma Regional Integrada de Información sobre la GIRH en la Cuenca Amazónica, así como la información puesta a disposición en la plataforma favorecerá la acción social y el monitoreo.
El monitoreo regional de los procesos de erosión, transporte de sedimentos y sedimentación en los ríos de la Cuenca Amazónica es una de las acciones clave previstas en el Programa de Acciones Estratégicas (PAE) para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos de la Amazonia, acordado por todos los países amazónicos hace siete años. ¿Se incluirán los datos relativos a estos procesos en el Sistema Integrado de Monitoreo de los Recursos Hídricos?
Tenemos la responsabilidad de elaborar un cuadro general de nuestro conocimiento sobre el tema en la Amazonia y evaluar las técnicas utilizadas por los países para elaborar los balances de flujo de materia en suspensión, que generalmente son costosas y tediosas. Por esta razón, también evaluaremos la pertinencia de utilizar técnicas satelitales para monitorear los caudales de sedimentos en suspensión en los ríos de la Cuenca Amazónica. Como la tecnología satelital sólo determina los flujos que ocurren en la superficie del agua, nuestro mayor desafío será evaluar también el uso de técnicas auxiliares que permitan conocer el flujo en toda la columna de agua. El objetivo de estas evaluaciones es apoyar el desarrollo de un programa de monitoreo de los flujos de sedimentos suspendidos en los ríos de la Cuenca Amazónica y su posterior incorporación al Sistema Integrado de Monitoreo de Recursos Hídricos.
¿Su participación en grupos de trabajo y eventos promovidos por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) le ha permitido ver qué programas de esa institución podrían sumarse al Sistema Integrado de Monitoreo para fortalecer la gestión regional de la Cuenca Amazónica?
La OMM tiene actualmente dos programas importantes en los que creemos que la OTCA podrá participar. Se trata de WHOS e HydroSOS. El primero es una plataforma que facilita el acceso a datos hidrometeorológicos mundiales, y el Observatorio Regional Amazónico (ORA) de la OTCA podría desempeñar un papel importante en este contexto, convirtiéndose, por ejemplo, en una importante ventana de la OMM sobre la Amazonia o en un depósito de datos de la región obtenidos por la OMM. El segundo programa, aún en fase de desarrollo, generará representaciones sintéticas del estado actual de las reservas hídricas superficiales y subterráneas en distintas partes del mundo, indicando las perspectivas de su evolución a largo plazo y la probabilidad de que se produzcan fenómenos extremos a corto y medio plazo, entre otras cosas. Como esta información es relevante para la Amazonia, creo que la OTCA tendrá mucho que intercambiar con la OMM en el caso de este programa.