En el marco de la COP 16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un panel de expertos conformado por representantes de gobiernos y organismos internacionales discutió los principales desafíos y oportunidades de la bioeconomía en la región amazónica. El evento, moderado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) puso énfasis en la importancia de la cooperación regional y el desarrollo de políticas públicas sostenibles para fortalecer la biodiversidad y promover un modelo económico más inclusivo.
Durante el panel: “Bioamazonía: Biodiversidad, Bioeconomía y Desarrollo Sostenible” Glenda Ortega, Subsecretaria de Patrimonio Natural del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, destacó la trayectoria de su país en la construcción de políticas para la bioeconomía, subrayando la necesidad de generar sinergias con las comunidades locales. “Ecuador ha dado pasos importantes en la creación de una estrategia nacional de bioeconomía, anclada a políticas que involucran a actores locales y buscan una gestión responsable de los recursos naturales”, afirmó Ortega.
Por su parte, Alejandro Bañol Salazar, Jefe de la Oficina de Negocios Verdes y Sostenibles del Ministerio de Ambiente de Colombia, resaltó los avances logrados en su país mediante la implementación de la Misión de Sabios, un enfoque interdisciplinario que permite identificar potenciales y trazar una hoja de ruta para el desarrollo de la bioeconomía. “La clave para el éxito ha sido fortalecer las capacidades y mecanismos en el territorio, pensando no solo en los productos de alto valor agregado, sino también en la sostenibilidad de los modelos de negocio”, explicó Bañol.
La Secretaria General Interina de la OTCA, Vanessa Grazziotin, hizo hincapié en la necesidad de una coordinación efectiva entre los países amazónicos para asegurar un enfoque común que valore los conocimientos ancestrales y reconozca los servicios ambientales que presta la Amazonía al mundo. “Debemos trabajar juntos para crear una política de certificación que garantice el origen y la sostenibilidad de los productos amazónicos, promoviendo reglas comunes y respetando la riqueza biocultural de la región”, señaló Grazziotin.
Tatiana Schor, Jefa de la Unidad de Amazonía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), enfatizó la diversidad de realidades en la región y la importancia de construir un lenguaje común. “La Amazonía es el sexto país más grande del mundo en términos de extensión, con una diversidad biológica y cultural inmensa. Para avanzar en la bioeconomía, necesitamos entender las particularidades de cada territorio y reconocer las diferentes visiones que nos unen”, comentó Schor.
Al cierre del evento, Hugo Chavarría, Gerente del Programa de Innovación y Bioeconomía del IICA, instó a los países a aprovechar las oportunidades que ofrece la bioeconomía para integrar prácticas sostenibles y generar nuevos procesos de desarrollo. “No debemos olvidar que la bioeconomía se trata de valorizar no solo los recursos biológicos, sino también los sociales y culturales, buscando sinergias y trabajando en los puntos que nos unen”, concluyó Chavarría.
Este panel fue una muestra del compromiso de los países amazónicos para avanzar hacia un modelo económico más sostenible, basado en la conservación de la biodiversidad, el respeto a los conocimientos tradicionales y la cooperación regional.