Este año, en el que el Día Mundial del Agua destaca la preservación de los glaciares, las acciones de la OTCA en los Andes, a través del Proyecto Cuenca Amazónica (OTCA/PNUMA/GEF), cobran protagonismo. Es en las montañas andinas donde nacen los grandes ríos que alimentan la Cuenca Amazónica. Sin embargo, el rápido retroceso de los glaciares, impulsado por el cambio climático, amenaza la seguridad hídrica de millones de personas e impacta directamente el caudal de los ríos amazónicos. En los últimos 60 años, Perú ha perdido el 56% de su masa glaciar, mientras que Bolivia ha registrado una reducción del 43% en los últimos 30 años. Esta disminución podría reducir hasta en un 20% el caudal de los ríos amazónicos, agravando sequías e inundaciones.
Ante este escenario, el Proyecto Cuenca Amazónica, responsable de la implementación del Programa de Acciones Estratégicas (PAE) para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos de la Cuenca Amazónica, ha apoyado el monitoreo glaciológico e hidrométrico para medir la velocidad del deshielo y respaldar estrategias de seguridad hídrica. Como parte de este esfuerzo, ya se han instalado tres estaciones de monitoreo en Bolivia, que están en funcionamiento, y pronto se implementarán cuatro nuevas unidades en Perú. Estos equipos recopilan datos sobre temperatura, precipitación y flujo de agua proveniente de los glaciares, permitiendo prever escenarios críticos y planificar medidas de adaptación para fortalecer la resiliencia de las comunidades andinas.
Ambas iniciativas forman parte de la estrategia de la OTCA para la gestión compartida de los recursos hídricos de la Cuenca Amazónica, articulando gobiernos nacionales, universidades y comunidades locales para garantizar que las poblaciones afectadas puedan planificar el uso eficiente del agua y fortalecer la seguridad hídrica.

Valle del río Condoriri, en los Andes bolivianos
Preservar los glaciares de los Andes, proteger la Amazonía
En Bolivia, el monitoreo realizado por las estaciones instaladas en lugares estratégicos de la cordillera por el Proyecto Cuenca Amazónica es esencial no solo para preservar cuatro microcuencas de la Amazonía, sino también para garantizar la seguridad hídrica de las poblaciones andinas. Este monitoreo es particularmente importante para las ciudades de La Paz y El Alto, donde viven 1,6 millones de personas y cuyo abastecimiento de agua depende en gran medida de los glaciares. La recolección de datos realizada por el Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH) de la Universidad Mayor de San Andrés servirá de base para un modelo de gestión que optimice el uso del agua y prevenga crisis hídricas severas, como la que afectó a 125 mil familias en 2016.
En Perú, la Autoridad Nacional del Agua instalará cuatro estaciones de monitoreo en las cordilleras de Vilcanota y Carabaya, que albergan nacientes de ríos esenciales para la Cuenca Amazónica y para el abastecimiento de más de 1,3 millones de personas. El objetivo es fortalecer la resiliencia de ciudades y comunidades afectadas por el retroceso glaciar, permitiendo la planificación de medidas que garanticen el uso eficiente del agua.
- Instalación de estación de monitoreo en Condoriri, Bolivia
- Estación metereológica en Bolivia
- Visita técnica a la Cordillera de Carabaya, en los Andes peruanos
A medida que los países amazónicos avanzan en la implementación del PAE, la cooperación entre ellos se revela fundamental para el desarrollo de estrategias y acciones que garanticen el abastecimiento de agua a las poblaciones de la región, desde las nacientes de los ríos amazónicos en los Andes hasta la desembocadura del Amazonas en el Océano Atlántico, y para la conservación de los ecosistemas amazónicos.
Avances en el PAE
Desde el 2021, con la implementación del Programa de Acciones Estratégicas (PAE), los Países Miembros de la OTCA han avanzado de manera articulada y cooperativa en la gestión de los recursos hídricos de la Cuenca Amazónica para promoviendo su protección, conservación y un desarrollo equilibrado y sostenible para sus pueblos. Principal instrumento de cooperación regional para fortalecer este enfoque integrado, el PAE fue elaborado con base en una visión compartida y acordado en 2017, tras un amplio proceso participativo de diagnóstico de los desafíos transfronterizos.
Por medio del Proyecto Cuenca Amazónica, se están implementando acciones estratégicas para fortalecer la gobernanza del agua a nivel nacional y regional, construir la resiliencia comunitaria y proteger los ecosistemas acuáticos frente al cambio climático.
La OTCA coordina diversas iniciativas regionales que han avanzado en el monitoreo integrado de ecosistemas y aguas superficiales a través de la Red Hidrológica Amazónica (RHA) y la Red de Calidad del Agua (RCA). Estas acciones también contribuyen a la reducción de las asimetrías técnicas e institucionales entre los países, la protección de las aguas subterráneas y la implementación de sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos, fortaleciendo la capacidad de la región para enfrentar los desafíos del cambio climático.
RADA: un hito en la gobernanza del agua en la Amazonía
La creación de la Red Amazónica de Autoridades del Agua (RADA) ha impulsado significativamente la gestión integrada de los recursos hídricos de la Cuenca Amazónica. Lanzada en 2023 por los presidentes de los países de la OTCA durante la Cumbre de la Amazonía, en Belém, Brasil, esta iniciativa surge 45 años después de la firma del Tratado de Cooperación Amazónica. Como parte de los compromisos de la Declaración de Belém, la RADA se estableció para fortalecer la gobernanza de las aguas compartidas y promover la gestión cooperativa de los recursos hídricos ante el cambio climático y el riesgo de un punto de no retorno para la región.
La instalación oficial de la red tuvo lugar en abril de 2024, reuniendo a autoridades del agua para consolidar su estructura y agenda de trabajo. Su misión es garantizar la seguridad hídrica de la Cuenca Amazónica, asegurando el derecho humano al agua y promoviendo la cooperación entre gobiernos, comunidades e instituciones científicas. Además, la RADA busca fortalecer las capacidades institucionales y técnicas de los países, incentivar la innovación tecnológica y fomentar el intercambio de conocimientos para mejorar la gestión y el monitoreo de los recursos hídricos.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la red es la ampliación del acceso al agua potable y al saneamiento, especialmente para poblaciones vulnerables, como los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales. Para ello, la RADA ha avanzado en la implementación de su agenda regional, adoptando un Plan de Trabajo para el período 2024-2026, alineado con la Declaración de Belém y el Programa de Acciones Estratégicas (PAE) de la Cuenca Amazónica. Entre sus acciones prioritarias se encuentran la armonización de las estructuras nacionales de gestión hídrica, la consolidación del sistema regional de monitoreo de las aguas y la adopción de protocolos regionales para estandarizar la recolección y análisis de datos hidrológicos y de calidad del agua.