La Amazonía alberga la selva tropical más grande y la mayor biodiversidad del planeta.
Proteger sus bosques es fundamental para conservar el clima, la vida y el equilibrio ambiental de la región.
El enfoque se centra en prevenir y revertir la deforestación, conservar la biodiversidad y restaurar la integridad ecológica del bioma, promoviendo la gestión forestal sostenible, la recuperación de áreas degradadas y la cooperación regional entre los países amazónicos, reconociendo el papel central de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales en la gestión y conservación del bioma.