Los registros biológicos son una herramienta para definir de las amenazas de especies en peligro de extinción.
Las colecciones biológicas son un conjunto de organismos o partes de éstos, preservados siguiendo estándares de curaduría que permiten la identificación taxonómica de los ejemplares biológicos. Sus componentes son preparados y organizados de un modo que informen la procedencia e identificación taxonómica de cada uno de los especímenes, lo que le confiere status científico (Aranda 2014). Tales acervos, además de servir como repositorios de material biológico para la investigación científica, son un valioso material de importancia histórica y ayudan en actividades de enseñanza y transferencia de conocimiento. Resumir, organizar, calificar y diseminar la información taxonómica y biogeográfica, además de promover la conservación ex situ de ejemplares de la biodiversidad y apoyar las medidas de manejo de las especies, son los mayores objetivos de una colección biológica.
La correlación entre datos de ocurrencia de especies en las colecciones biológicas y el análisis del patrón de distribución a lo largo del tiempo permiten modelar la distribución espacial de las especies (Elith et al., 2006). Estos análisis permiten la confección de mapas de distribución, la definición de rutas de dispersión, además de otras herramientas que pueden apoyar la toma de decisiones sobre el manejo y preservación de especies amenazadas como el establecimiento de nuevas unidades de conservación, medidas para recuperación de áreas impactadas o corredores forestales. A través del monitoreo de los ecosistemas y apoyándose en registros históricos de ejemplares de colección, se conoce si una especie ha desaparecido de áreas de distribución previamente registradas, o si su abundancia han cambiado significativamente.
El Herbario Amazónico Colombiano (COAH) del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, posee un acervo de referencia con 113.288 especímenes y 9291 especies de plantas de la región amazónica, que incluye plantas vasculares y no vasculares. Se estima que esta colección registra cerca del 75% de la diversidad de plantas de la región amazónica colombiana.
El Instituto Sinchi, también posee colecciones de anfibios, reptiles y peces, con cerca de 10.500 ejemplares y 720 especies. Todas las colecciones se incrementan anualmente como resultado de los inventarios biológicos realizados por los investigadores del Instituto Sinchi.
De acuerdo con Schatz (2002), el principal conocimiento de la diversidad biológica emana del estudio de las colecciones de historia natural efectuado por los taxonomistas. Como depositarias de parte de los testimonios de esa riqueza, las colecciones desempeñan un papel único y crítico para los esfuerzos globales de mitigar la pérdida de la biodiversidad. Por eso, como infraestructuras básicas y esenciales para el desarrollo científico y tecnológico, las colecciones deben ser adecuadamente preservadas, curadas y modernizadas.
Una colección biológica no es una entidad estática que sólo sirve para visitar y admirar; al contrario, es la referencia de la biodiversidad que posee un área definida y la base científica que permite el desarrollo de innumerables investigaciones estratégicas para un país. Las colecciones biológicas, en general, tienen informaciones fundamentales para la gestión que permite a los países cumplir las regulaciones y con los compromisos y tratados internacionales ratificados, generando informaciones para la toma de decisiones.
Con el objetivo de fortalecer la gestión de información y conocimiento que sirva de apoyo a la toma de decisiones relativas a la conservación de la biodiversidad y en particular de especies CITES, el Proyecto regional para la gestión, monitoreo y control de especies de fauna y flora silvestres amenazadas por el comercio (Proyecto Bioamazonía), implementado por la Secretaría Permanente de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (SP/OTCA) está apoyando el fortalecimiento de las colecciones biológicas del Instituto Sinchi a través de inversiones en infraestructura y equipos, incluyendo la adaptación de nuevos espacios para el almacenamiento de colecciones de plantas en Bogotá y de las colecciones herpetológicas e ictiológicas en Leticia.
Además, el Proyecto está apoyando la liberación de información a través del Sistema de Información de la Biodiversidad (SIB) y a través de la web por medio de la adquisición de equipos con buena capacidad de procesamiento de información, así como la puesta en línea de fotografías de los ejemplares que reposan en la colección a través de adquisición de una estación fotográfica y de digitalización de especímenes biológicos de especies con alta resolución que permitirá hacer accesible los ejemplares del Herbario Amazónico Colombiano y en particular las especies CITES.
En total fueron cerca de 189 nuevos equipos adquiridos por la SP/OTCA para el Instituto Sinchi, entre los cuales se encuentran Generadores electricos, Aires acondicionados y Deshumidificadores, Un sistema de paneles solares, Equipo de Refrigeración, Equipos de Informatica, Camaras Trampa, Cabina estudio de fotografia, Equipos de campo para Fauna (GPS, Binoculares, redes de niebla, accesorios de diseccion, entre otros) y Equipo de Laboratorio, en un monto aproximado de USD 250.000.
Los recursos financieros son provenientes del fondo de cooperación financiera no reembolsable canalizados el Banco de Desarrollo Alemán (KfW) como parte de un compromiso entre la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica – OTCA y el Gobierno Alemán para el financiamiento de un Proyecto Regional en el área de conservación de la biodiversidad, protección de bosques y cambio climático.
Referencias:
Aranda, A.T. 2014. Coleções Biológicas: Conceitos básicos, curadoria e gestão, interface com a biodiversidade e saúde pública. pp. 45-56. In: III Simpósio sobre a Biodiversidade da Mata Atlântica.
Elith, J., Graham, C. H. et al. 2006. Novel methods improve prediction of species distributions from occurrence data. Ecogeography, 29: 129-151.